lunes, 25 de junio de 2012

Los miserables

“En el momento en que exclamaba “¡Soy un miserable!”, acababa de conocerse tal como era.”



Bueno, como es obvio he tardado bastante en actualizar el blog, y es que he tardado bastante en leer “Los Miserables”. Ha valido la pena, por supuesto, pero no es un libro que se lea rápido.

“La miseria de un niño conmueve a una madre; la miseria de un joven conmueve a una joven; pero la miseria de un viejo no conmueve a nadie, y es de todas las desgracias la más fría.”
 
Víctor Hugo
  
“Los Miserables” no es una novela, es LA NOVELA. O más bien el novelón, porque tiene 1742 páginas que se dice pronto. Se divide en cinco partes, cada una de ellas en varios libros... en fin, que es mejor no aprenderse el esquema y directamente disfrutarla. Porque Víctor Hugo es un autor detallista, metódico, que te lo cuenta absolutamente todo de cada personaje, de cada situación, de cada sentimiento. Hay pasajes sublimes, como la espeluznante muerte de Fantine; las dudas y circunstancias que asaltan a Jean Valjean cuando decide (o no) entregarse a la justicia y revelar su verdadera identidad, para que otro pobre diablo no cargue con sus culpas; el atrevido y pícaro rescate de Cosette de casa de los Thénardier; la entrada (y salida, y entrada) en el convento; el rescate de Marius de la barricada, y así todo. Momentos emocionantes a punta pala, y para los que somos de fácil emoción, una auténtica gozada.

“La señora Victurnien, cuando la veía pasar por debajo de su ventana, notaba la miseria de aquella criatura puesta gracias a ella en su lugar y se felicitaba. Los malos tienen una felicidad negra.”

De “Los Miserables” se han hecho series, películas, un musical y todos ellos están muy bien, pero ninguno puede igualar a la historia original, porque entonces durarían veinte horas, como las tetralogías de Wagner. En la última película, que se rueda actualmente, mi queridísimo británico Eddie Redmayne hace de Marius, y mi queridísimo australiano Hugh Hackman de Jean Valjean, así que ya sabéis quien estará en primera fila el día del estreno ;-) En cuanto al musical, lo vi en Londres hace unos años y salí flipando en colores. No, no tiene nada que ver con los pocos musicales que he visto en España, allí está mucho más afianzado el género, y no te ponen a un triunfito, ni a alguien conocido de alguna serie moñas, allí los cantantes eran impresionantes, incluso los que eran niños o adolescentes, que hay un par de personajes y tienen canciones solistas; la orquesta en directo; la interpretación genial; la escenografía increíble, vamos, que dura más de dos horas y se te pasan volando, que las entradas valen un pastón y cuando sales te ha parecido barato.
 
Eddie Redmayne como Marius

Volviendo a la novela, es una historia larga, cómo no iba a serlo con ese volumen, que abarca muchos años, muchos personajes; en la que se cuela la batalla de Waterloo que “pasaba por ahí” y que el autor aprovecha para contar muy en su estilo con todo detalle aunque tiene poco que ver con la historia de ficción; que tiene momentos entrañables, duros, pasionales, incluso hay quien dice que aburridos, porque las descripciones son tan exhaustivas que si no adoras a Víctor Hugo te pueden llegar a cansar. Yo recomiendo adorar un poco a Víctor Hugo y hacer un esfuerzo por no saltárselas, vale la pena.

Ambientada, cómo no, en París y alrededores, a veces la ciudad es la auténtica protagonista, descrita con todo detalle por el autor y con la pasión que le caracteriza. Viajar en el tiempo y en el espacio al París del siglo XIX, todo un privilegio para los lectores de “Los Miserables”. Tan detallista es Hugo, que no sólo dedica un libro entero a Waterloo, sino otro al “caló”, o idioma que hablan los delincuentes de París, otro a la descripción e historia del convento y otro a al alcantarillado de la ciudad.
 
Russell Crowe y Hugh Hackman como Javert y Valjean
 “Este libro es un drama, cuyo primer personaje es el infinito. El hombre es el segundo. En este supuesto, habiendo encontrado un convento en nuestro camino, hemos debido penetrar en él.”

Y qué decir de los personajes, del impresionante Valjean, del rebelde y tierno Marius, de la dulce Cosette, de la desgraciada Fantine, del estricto y rígido Javert, de los sinvergüenzas Thénardier, que sin embargo engendran a Eponine, cuyo triste y no correspondido amor por Marius acaba por enternecer, y en el musical fue descrito en una de las canciones más bonitas y desgarradoras, “On my own”. Todos ellos trabajados hasta la extenuación por Víctor Hugo, hasta que te hace conocerlos tanto que te parecen amigos, o enemigos, de toda la vida.
 

 


“Dio un grito de alegría. Una mujer puede ser vieja,  mojigata, devota, tía, pero siempre se alegra al ver entrar en su cuarto a un lancero.”

Más que recomendable, cuasi obligatoria la lectura de “Los Miserables”, la gran obra maestra de Víctor Hugo, de las letras francesas, de la literatura universal. Uno de esos libros que hay que leer, al menos una vez en la vida.
 
Cosette y Marius
 
“Amar o haber amado: basta. No pidáis más. No hay otra perla que buscar en los piélagos tenbrosos de la vida. Amar es una consumación.”