martes, 5 de febrero de 2013

La república islámica de España

Éste es un libro de terror. Pero terrorífico de verdad, que deja a Stephen King a la altura de un principiante. He sentido leyéndolo un miedo y una impotencia tremendos, como hacía  mucho que no sentía, y la principal razón es que lo que se cuenta en él no es ficción, y predice con toda probabilidad de acertar un Apocalipsis mucho peor que el fallido de los mayas. Me recuerda mucho a la trilogía de Oriana Fallaci que no faltará en este blog, y cuya tercera parte se llama precisamente “El Apocalipsis”. La pobre Oriana se desgañitó, se cogió monumentales cabreos, se enfrentó a quien se le pusiera delante, y murió con la sensación de que a la hora de la verdad nadie (al menos en las altas esferas) le había hecho ni puto caso. Le hicimos caso los de a pie, los que sabemos que estamos sentados sobre una bomba de relojería, los que no tenemos que ser políticamente correctos ni nos da la gana serlo; pero también los que no tenemos soluciones prácticas de aplicación inmediata, los que tenemos como única arma desgañitarnos como ella tratando de abrir los ojos a los demás.



La autora de este libro, Pilar Rahola, ha hecho mucho más que desgañitarse. Se ha documentado de una manera exhaustiva, minuciosa y supongo que agotadora; ha redactado un documento escalofriante y devastador tanto para los responsables (activos y pasivos) del fundamentalismo islámico, como para sus víctimas (presentes, pasadas, futuras y potenciales). Con el par de ovarios que la caracteriza. Y el fundamentalismo islámico, señoras y señores, no está en Afganistán, ni en Pakistán, ni en Yemen, ni en Palestina, está AQUÍ en España, sobre todo en Cataluña y en toda la costa mediterránea, en ciudades y calles que conocemos y frecuentamos. Las razones están claras, nosotros poseemos sus mejores armas, y se las cedemos de manera gratuita para que nos aniquilen:
  1. Un pasado presuntamente islámico que algunos se empeñan en reclamar y otros en recalcar, como si hubiera de ser más importante e influyente que nuestro pasado visigodo, íbero o romano.
  2. La tecnología y modernidad de la que tanto despotrican los imanes en un perfecto ejercicio de hipocresía, pero que tanto les gusta y tanto aprovechan los terroristas (inducidos por los mismos imanes) para intentar matarnos, y en muchas ocasiones conseguirlo. Recordemos que las bombas de los atentados de Madrid se hicieron explotar con teléfonos móviles, y que los cerdos que se suicidaron en Leganés, matando de paso a un policía, fueron descubiertos gracias a la pista que dejó el fallo de uno de esos móviles, que no explotó.
  3. El buenismo oenegista, tolerante y políticamente correcto al que todo el mundo se apunta, sin tener en cuenta como muy bien dice Rahola que “tolerar imanes fundamentalistas bajo nuestras narices no es tolerancia, es suicidio”. Y aun así, los tolerantes vocacionales piensan que hay que tolerarlo todo. A veces le digo a algún que otro apóstol de la tolerancia: “¿si te meto un dedo en el ojo lo vas a tolerar? ¿si alguien intenta violar a tu hermana delante de tus narices lo vas a tolerar? ¿si mañana el gobierno dice que hay que trabajar 70 horas a la semana cobrando como máximo 100 euros lo vas a tolerar?” “Ah, no, eso no”- me responden. Pero a los fundamentalistas islámicos sí, no sea que como son musulmanes me tachen de racista.... que por cierto, es exáctamente lo que hacen cuando alguien les recrimina o les detiene y les juzga por sus actividades criminales. Inmediatamente aducen que no es que ellos sean unos asesinos, es que el resto somos racistas. Po fale.
  4. Y lo peor de todo: una panda de políticos inútiles, de leyes blandengues y de jueces timoratos que se lo sirven en bandeja y calentito a los imanes estos del carajo; que se preocupan ante todo y sobre todo de quitar los árboles de Navidad de ciudades y pueblos para no molestar a los musulmanes; que les financian sus mezquitas, sus madrasas, sus asociaciones presuntamente “culturales” con millones de euros de dinero público (o sea, de nuevo, con nuestros impuestos ¡malditos!); que se rasgan las vestiduras asegurando los derechos humanos de un musulmán detenido por colaboración con actos terroristas, y que luego lo sueltan por un defecto de forma en el juicio aunque las pruebas en su contra sean apabullantes, atando así de manos y pies a los policias o guardias civiles que se han jugado la vida para detenerlo. Es que tiene derechos humanos. Como si las víctimas no sólo de los atentados, sino de todo el integrismo islámico, no los tuvieran.


“Cuando he comentado a algunos amigos que estaba escribiendo este libro, la respuesta siempre ha sido: ¿no tienes miedo?”
“Sobre el islam, y especialmente sobre el islamismo radical, ni hablamos claro, ni afilamos el pensamiento crítico, ni somos libres. Y no porque no sea necesario y obligado, y urgente, y bueno... sino porque no queremos tener problemas. Es así como el pensamiento totalitario gana su primera batalla a la libertad.”
Pilar Rahola

Confirmo, comparto y ese es el motivo de escribir este post. Allá vamos.

“Dar la mano a las mujeres del islam, pero combatir a los barbudos ignorantes y fanáticos que las quieren esclavas.”
De esta guisa comienza Rahola su ensayo, asegurando que no es un libro contra el islam, porque esas mujeres, musulmanas como las que más, nos están pidiendo ayuda. Y aunque solo las más valientes se atreven a hacerlo a voz de grito, son muchas quienes están detrás, la mayoría, sobre todo las más jóvenes. Viven en Occidente sometidas al islam, y eso no es plato del gusto de nadie.

“No son hombres de dios, son militantes fanáticos de ideologías fanáticas que usan la palabra como un arma y que nos han declarado abiertamente la guerra.”
Ya lo dije hace tiempo en otro post: nos han declarado la guerra, estamos en guerra y no podemos ni siquiera elegir bando, aquí no valen deserciones. Me pregunto cuántos usuarios del tren de cercanías aquel 11 de marzo simpatizaban con la causa palestina y de qué les valió... pues eso. Somos occidentales, hay que matarnos, así de cerrados son los integristas islámicos y así está el tema.

“Qué hemos de permitir y qué hemos de prohibir, con el convencimiento de que la libertad conjuga por igual estos dos verbos. Sin permisividad no hay libertad, sin prohibiciones tampoco.”
“Si la tolerancia, por ejemplo, significa tolerar imanes integristas, más que tolerancia lo que practicamos es un suicidio.”
“No sé si me da más miedo el activo, financiado y bien organizado fundamentalismo que tenemos en casa, o el buenismo tontuno, irresponsable y suicida de nuestros políticos.”

No comment, Rahola lo dice todo, y bien claro.

“Algunos, aunque no cruzan nunca la frontera de la violencia, son ferozmente contrarios a las reglas de juego democráticas.”
“No matan personas, y tal vez ni siquiera animan a que otros lo hagan, pero crean la cobertura religiosa que finalmente lleva a alquien a ir mas allá de las plegarias y acabar convirtiéndose en una bomba humana. Llenan el cerebro del veneno del fanatismo, y siembran la semilla del desprecio y el odio contra aquellos que no son iguales a ellos”

Y aquí tocamos el delicadísimo tema del “islam moderado”. ¿Realmente existe? Yo creo que existen musulmanes que son buenas personas, y que no practican la parte más bestia de su religión, se limitan a rezar, no comer cerdo, etc. Ahora bien, más de uno ha venido un día de la mezquita y a continuación se ha calzado el turbante y la bomba para vengar a un palestino (a quien no ha visto en su vida), matando a todos los occidentales que pueda. Creo que más bien la pregunta es “¿son de fiar?” y la respuesta, lamentablemente, no la tengo.
También hay musulmanes (sobre todo musulmanas) que reniegan del islam, que reconocen sus defectos, que lo critican abiertamente... y muchas y muchos mueren en el intento, porque son los primeros condenados a muerte por las “fatwas”. Son considerados traidores, y son quienes más odio generan en sus “hermanos” fanáticos.
Y por supuesto no faltan los musulmanes (sobre todo musulmanas) que callan por miedo. Un miedo comprensible, desde luego, y dificilmente criticable si una no está bajo un burka y casada desde los nueve años con un marido que le pega, pero la pregunta sigue siendo la misma: a la hora de la verdad ¿son de fiar?
Desde luego, llamar “islam moderado” a quienes simplemente no matan a nadie, pero apoyan con su fanatismo a quienes lo hacen, me parece una burla muy cruel, y es lo que no paramos ni paran de hacer. “Soy moderado, no he matado a nadie” -”ah bueno, usted perdone”. Pero tiene en su casa a cuatro mujeres atemorizadas bajo cuatro burkas, amén del primo Mustafá que llegó hace dos años de Pakistán y que ni estudia, ni trabaja, ni se sabe a qué ha venido, pero es buen musulmán, va a la mezquita, y hasta que no ponga una bomba se ampara en nuestra presunción de inocencia. Y con eso ya está todo dicho.

“Somos muchos quienes le acusamos (a Tariq Radaman, islamista suizo) de doble lenguaje en función de si el público es o no es musulmán.”
El doble lenguaje, otro de los asuntos peliagudos. Un imán, “moderado”, que está dispuesto a hablar con las autoridades españolas en cualquier momento, que se opone públicamente a los atentados, que no obliga a su mujer a cubrirse con el hiyab (ella lo hace voluntariamente), que recibe subvenciones millonarias para crear un centro de tolerancia entre religiones en el que invita a participar a cristianos y a judíos... todo perfecto, oye, un ejemplo a seguir. De repente, un policía se infiltra en su mezquita y oye de su boca los discursos más salvajes llamando a la guerra santa y a matar a los españoles por infieles, o explicando cómo se pega a una mujer sin dejar marca. Y a más de uno, y a más de tres “imanes moderados” los han pillado de esa guisa. Aquellos a los que todavía no han pillado, ¿son de fiar?

“Las chicas americanas son bien conocedoras de la capacidad de seducir de su cuerpo. Saben que está en su cara, en sus ojos expresivos, en sus labios sedientos. Saben que la seducción se encuentra en sus pechos redondos, en sus traseros rellenos, en sus finas piernas... y lo enseñan todo, y no esconden nada.”
Sayyud Qutb, integrista islámico. Después de cursar estudios superiores durante dos años en Estados Unidos.
 
“En realidad la agresión básica de los no creyentes es la que perpetran contra Dios cuando se someten ellos mismos, o somenten a gente, a deidades distintas a Él. Es este tipo de agresión lo que deben combatir todos los musulmanes a través de la yihad”.
Sayyub Qutb
 
“Qutb introdujo la idea fundamental, la afirmación de que era preceptivo matar a los infieles aunque no hubieran hecho nada, ya que eran enemigos por el solo hecho de existir sin creer en el Dios verdadero”

Fijémonos en el menda, que no tiene desperdicio. Para empezar, a estudiar a Estados Unidos, la tierra de Satán. Pero tio, un buen musulmán como tú, ¿qué hace allí fijándose en los culos de las americanas? ¿por qué no te has quedado a estudiar en una madrasa de Afganistán, con lo buenos y piadosos que son allí? no, tú te vas a EEUU exponiéndote a la tentación del pecado, pero dejando muy claro lo poco que te gustan las pecadoras americanas, que sólo babeas frente a sus pechos redondos y sus culos prietos para explicárselo al resto de musulmanes y que tengan claro dónde está el pecado del que deben huir... ¡venga ya! luego os llamamos hipócritas y os enfadais...
Y en segundo párrafo lo dice aún más claro, nada de excusas, ya no hace falta que nadie busque en los sufrimientos del pueblo palestino la justificación de los injustificables atentados, ¿para qué? si ya lo dijo el tío Qutb, que hay que matarnos a todos, sin excepcion y sin excusas. Y por si no fuera suficiente, nos lo repite el mayor hijodecerda que hayan parido los tiempos modernos, otro saudí megamillonario y educado en Estados Unidos:
“La yihad, la guerra santa, es un deber de todo musulmán, hombre o mujer. Todo  musulmán que no participe en la yihad afgana, sea del país que sea, es un pecador, porque la yihad es en este momento más importante que la oración o el ayuno.”
Osama Bin Laden


“Todo ilegal y todo permitido por quienes deberían garantizar el cumplimiento de la ley. ¿Es esto el multiculturalismo, la aceptación de leyes paralelas a la ley de todos, cuando la excusa es la religión?”
Rahola se refiere al sacrificio halal. La única carne que pueden comer los buenos musulmanes es aquella de un animal que ha sido sacrificado de una manera tan cruel como innecesaria. Recuerdo que cuando era niña, mi tía abuela Encarna nos entretenía   muchas tardes de invierno relatándonos la matanza del cerdo, que se practicaba antes en las casas de mi pueblo. Se reunían varias familias, mataban al cerdo, y pasaban dos o tres días trabajando para aprovechar todo el alimento que podía dar este animal con el que habían convivido un año, y que suponía el principal sustento de una familia en aquel entonces. El sacrificio del cerdo, también muy típico en Cataluña como señala la autora, se ha prohibido por ser cruel con el animal, y hasta ahí es comprensible; el sacrificio halal no sólo se permite, sino que se practica en todas las carnicerías regidas por musulmanes, que surten de carne halal a todos los kebabs que de repente han aparecido en cada esquina de nuestras calles. Y ahora no sólo me pregunto si son de fiar, me pregunto también dónde están los amantes y defensores de los animales, las asociaciones, las protectoras, todos ellos. ¿Dónde están cuando se les necesita? ¿se mueren por salvar a un perro abandonado pero les importan un pito los miles de corderos que han de morir sufriendo lentamente y mirando a La Meca? ¿dónde están? ¿en el kebab comiendo una pita vegetariana?


“Tienen una consigna para conseguir la nacionalidad española: comprar casa y bienes, y generar hijos. Muchos de ellos están casados con españolas, todo con el fin de ir dominando el pueblo.” (Se refiere a Yecla, en Murcia)

“Un dia, miles de hombres abandonarán el hemisferio sur para irrumpir en el hemisferio norte. Y no lo harán precisamente como amigos, porque irán a conquistarlo. Y lo conquistarán poblándolo con sus hijos. Será el vientre de nuestras mujeres el que nos dará la victoria”
Houari Bumedian
1974, ante la Asamblea General de la ONU

Por si alguien aún no se ha dado cuenta de que esto es una guerra, de que el mundo islámico nos ha declarado la guerra a Occidente y nos están invadiendo, no con un ejército sino con nuestra propia democracia y su asombrosa capacidad para reproducirse. Más claro, agua. Y para muestra un botón: los palestinos que fueron acogidos en el cristiano Líbano, llorando a las autoridades libanesas para que les dejaran estar allí, porque huían de los judíos y no tenían donde ir. Las autoridades libanesas que cedieron a sus lamentos y a la presión internacional. Los palestinos que a la siguiente generación ya eran más que los libaneses y se pusieron a exigir “democráticamente” sus derechos, o sea, que el Líbano se convirtiera en un estado islámico. El Líbano, antes uno de los países más ricos del Mediterráneo, hoy en día destrozado por treinta años de guerra civil. Y aquí no ha pasado nada.

“El islam vivo está en via de destruir el exclavizante mito de la democracia”
Shaykh Abdalqadir as-sufi al-murabit (en la revista “País Islámico”)

Porque el islam en sí, rechaza la democracia, rechaza el gobierno del hombre y sólo admite ser gobernados por la ley de dios. Claro está, de SU dios. El problema es que ni su dios, ni ningún otro, ha dicho aún “esta boca es mía” con lo cual lo que pretenden que gobierne es SU interpretación de lo que ALGUIEN escribió porque lo había oído de OTRO ALGUIEN que dijo que se lo había dicho al oído, nada menos que dios. Esto, y no otra cosa es la sharia.

“¿La audiencia habría absuelto a radicales vascos que hubieran colgado vídeos en Youtube de acciones de ETA, hubieran llamado a los jóvenes vascos a la lucha armada y se hubieran considerado a si mismos “comandantes” de los etarras?”
Pues absolverlos es lo que hizo la justicia española con Gonzalo López Royo y Fath Allah Sadaq, dos radicales islámicos de Zaragoza, que se dedicaron a colgar vídeos en internet en los que se veía entrenar a terroristas, en los que se llamaba a la yihad a todos los jóvenes musulmanes, y en los que ellos mismos se ofrecían a prepararlos y entrenarlos para esa lucha. Fueron absueltos porque parece ser que no estaba clara legalmente su relación con el terrorismo... y es muy interesante el paralelismo que plantea la autora con el terrorismo de ETA, a quien jamás los jueces españoles le hubieran consentido algo así. Pero los integristas islámicos, cómo no, están en su casa.


“Nazismo violento e islamismo violento dándose la mano... no en vano odian lo mismo: Occidente y a los judíos”
Obligatorio tras esta cita hablar de Yasser Arafat y de su tío y mentor Amin-Al-Hussaini, pero hay tantas cosas que decir de ambos, que lo dejo para otro post ex-profeso sobre este tema. Sólo indicar como referencia al apunte que hace Pilar Rahola que Mr. Hussaini fue durante la Segunda Guerra Mundial el mejor amiguito de Hitler en el mundo árabe, que le ayudó a reclutar musulmanes europeos para luchar con las SS, que le propuso crear un campo de exterminio para judíos en Palestina, así como bombardear Tel-Aviv. Y su sobrinito Arafat no se quedó atrás cuando le tocó coger el relevo. Y digo yo, ¿estos mendas se atreven a hablar de genocidio por parte de Israel? A cuadros me quedo.

Me entero por este libro, de que una de mis peores pesadillas ya se ha hecho realidad sin que yo lo supiera. YA EXISTE un partido musulmán en España, el PRUNE, presidido por Mustafa Bakkach el-Aamrani. Este partido, “democrático”, considera el islam como un factor determinante para la regeneración moral y ética de la sociedad española. Parémonos un momento a considerar seriamente lo que significan estas palabras. ¿Ya? Pues que sepáis que pretenen presentar candidaturas en el 78% del territorio español, y obtener 2 millones de votos de la población musulmana. Y 2 millones de votos, son muchos votos. ¿No es suficiente? Pues además pretenen sobre todo controlar pequeños ayuntamientos de poblaciones con gran número de habitantes musulmanes e imponer SUS costumbres, que adquirirían el rango de normativa municipal. No, no es un mal sueño, ya ha pasado en algunos pueblos de Francia y a nosotros nos toca enseguida. Para muestra otro botón, una de sus arengas: “hermana, hermano, adelante con el renacimiento y la liberación... ha llegado el momento, hermana y hermano musulmán español, árabe, africano inmigrante y no inmigrante, de liberarse de la humillación”. Y yo me pregunto, ¿qué humillación? ¿vivir en un país occidental al que tanto odian, pero donde tienen lujos y privilegios que en sus países ni se atreven a soñar? ¿tener que aceptar que no pueden pegar a sus mujeres ni practicar la mutilación genital a sus hijas? ¿soportar la ofensa de ver un árbol de Navidad o un Papá Noel colgado en un balcón?
El PRUNE pretende defender los Derechos Humanos, pero..... sólo los del Islam. Sí, existe una carta de Derechos Humanos del Islam, alternativa a la Universal que todos conocemos, y que fue inmediatamente rechazada por la Conferencia Islámica. No podían soportar la libertad religiosa, ni la libertad de la mujer, ni que las leyes de cada país estuvieran por encima de su tan querida sharia, así que promulgaron unos Derechos Humanos Islámicos, y esos son, sharia incluida, los que defiende el PRUNE ¡¡¡EN ESPAÑA!!!
“Seguro que algún día no muy lejano, no más de 30 años, uno de nuestros hijos será alcalde, ministro e incluso presidente de la nación”, afirman. Y mucho me temo que tienen razón.

“Barcelona es una ciudad bonita y seductora. Que Dios nos la conceda como botín fácil para los musulmanes”
Amin al-Qarda
publicado en la web Ansar al-Muyahidin


“Después del 11-S los americanos preguntaban, “¿por qué nos odian?”... mi respuesta es: “porque los musulmanes odian a sus mujeres, y cualquier grupo que odia a sus mujeres, no puede amar a nadie”. El pueblo preguntaba “pero ¿por qué los musulmanes odian a sus mujeres?” Sólo puedo replicar: “porque su Dios lo hace”
Wafa Sultan, psiquiatra síria. Activista contra el matrimonio forzoso de niñas.


“Como dicen muchas de las mujeres que luchan contra el integrismo y a favor de sus derechos, resulta incomprensible e hiriente ver como el feminismo, y globalmente la izquierda, las han abandonado.”
Y a pesar de ello, todo el capítulo dedicado a la mujer es un respiro en este libro. Y es un respiro porque Rahola entrevista a muchas mujeres árabes, musulmanas, que han conseguido (o no) escapar de la sharia, de los matrimonios forzosos, de las violaciones de sus derechos y no pocas veces de sus cuerpos, para gritar denunciando todas esas barbaridades. Se consideran musulmanas, creen en Dios, respetan la oración y el ayuno, pero se niegan a llevar burka, a mutilar a sus hijas, a casarlas a los nueve años con señores mayores a quienes las niñas no conocen, y por supuesto no aman. Esas mujeres son nuestra única esperanza, ese 50% de la población musulmana que se rebela contra las brutalidades que impone el islam. Y siendo musulmana, de familia musulmana, eso quiere decir jugarse la vida. Así que un aplauso y toda mi admiración para ellas, y así como ellas lanzan sin parar gritos de ayuda a las mujeres occidentales (por eso nos metemos en su vida y en sus costumbres, porque nos lo piden) yo también les lanzo ahora un grito de ayuda: ¡¡no formeis parte de esos dos millones de “españoles” que quieren dominarnos y a la larga exterminarnos!! ¡¡No les ayudeis!! Teneis derechos y nadie os los puede quitar. Educad a vuestros hijos, mujeres y varones, en la libertad y democracia propia del país en el que viven, no les ayudeis a automarginarse. Ayudadnos a que todos podamos vivir en Europa y en paz.
Y al igual que hice antes con los amigos de los animales, hago ahora con las feministas: ¿dónde narices estais? sí, lo sé, acusando de maltratador psicológico a un hombre que llama “tonta” a su mujer, pero además de eso, ¿qué haceis por esas mujeres musulmanas, que viven en occidente, en vuestro país, y a las que ni las leyes respetan? A ellas no las llaman “tontas” sus maridos, muchos de ellos las golpean, las violan y las humillan constantemente, ¿donde estais para defenderlas, para que sus derechos como mujeres estén por encima de las sharias, de las fatwas y de los burkas? Luego no me vengais con el corporativismo de género y con el rollo de que hay que apoyar siempre a las mujeres hayan hecho lo que hayan hecho (¡ME NIEGO!) ¿dónde estais cuando se os necesita?

Y en estas andamos, y no me quiero alargar más. Recomiendo fervientemente la lectura del libro de Rahola, estremecedor pero necesario. Recomiendo también que apoyemos la libertad religiosa, pero no dejemos que esa libertad nos aplaste: los fundamentalistas islámicos no quieren la libertad ni la democracia, no lo olvidemos nunca, quieren que España sea un estado musulmán con todo lo que ello significa, aunque mientras estén en minoría lo disfrazarán siempre de libertad y democracia.

Como siempre y aunque me repito, todo mi apoyo a las mujeres musulmanas que se quitan el velo y levantan la voz. Si dejamos que las (nos) pisoteen delante de nuestras narices esto no es una democracia, esto es una pura vergüenza. Y si alguien considera racistas a quienes pensamos como yo, por estas afirmaciones que nada tienen que ver con la raza de nadie, que no se moleste en gastar saliva y decirlo. Estamos acostumbrados y nos da exactamente igual.