jueves, 3 de enero de 2019

Breve historia del saber





Apasionante esta historia del saber, aunque breve lo que se dice breve… no sé yo. El libro tiene 504 páginas en las que el autor desgrana los entresijos de la ciencia, la filosofía, la historia, la religión, la lingüística, la sociología, la política y las siempre complicadas relaciones entre todas ellas. Interesante y ameno, cedamos la palabra al autor y disfrutemos con estas pildoritas de su obra.

“El que quiera venir conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga.” ¿Es que se pueden resumir mejor las enseñanzas de Jesús que con esas maravillosas y terribles palabras?

“El chino escrito emplea miles de signos diferentes para transcribir sus miles de sonidos distintos, cada uno de los cuales tiene un significado específico. El inglés tiene tantos sonidos distintos como el chino, y probablemente más palabras y significados, pero sólo hacen falta veintiséis signos para escribir todas las palabras del lenguaje. El alfabeto es tan eficiente que te deja sin habla.”

“Es adecuado definir la ciencia como ‘pensar sobre el mundo a la manera griega’. Es por eso que la ciencia nunca ha existido fuera de los pueblos que recibieron al influencia de Grecia.”

“Hay que concederles a los pitagóricos que no negaron lo que habían descubierto. Lo encararon y admitieron que tenía que haber algún profundo desequilibrio en alguna parte. Hacía falta mucho valor para eso.”

“Y existen múltiples tipos y grados de números que son todavía más complicados que los imaginarios, y según los matemáticos, todavía más bellos.”

“La idea de que esos dos excelentes caballeros murieran el mismo día y fueran juntos al cielo, es una idea tan seductora y atrayente que los hechos, fueran cuales fueran, no deberían contrariarla.”

“¿Qué importa que el sueño sólo existiera en sus mentes?¿Acaso no es ése el lugar de los sueños?”

“Los nativos solían convertirse, pues la potencia de fuego de los europeos era un argumento teológico difícil de rebatir.”

“Mire a través de mi telescopio véalo usted mismo”, le contestó Galileo. Y Bellarmino miró, pero no supo ver.

“La naturaleza y sus leyes se escondían en la noche;
Dios dijo, hágase Newton: y se hizo la Luz.”

“La alternativa a la guerra es la neurosis, tanto individual como de grupo, que puede volverse también intolerablemente destructiva.”

“La mayoría de la que siempre se hablaba era en realidad una minoría muy pequeña, en ocasiones formada sólo por el propio Stalin.”