martes, 18 de diciembre de 2012

Crímenes

“Friedhelm Fähner había sido toda su vida médico de familia en Rottweil.... a decir verdad, no había mucho que contar de la vida de Fähner. Hasta que ocurrió lo de Ingrid.”

“El hombre que los recibió fue amable. Les mostró en la pantalla de un móvil los últimos minutos de vida de Pocol y Wagner, se disculpó por la calidad de la grabación y los invitó a los tres a tomar un pastel.”


Crímenes perversos, divertidos, inimaginables, ridículos, imposibles... incluso algunos no-crímenes. Ferdinand Von Schirach, abogado penalista, se basa en todos sus años de experiencia para contar los casos más curiosos y más llenos de humanidad con los que se ha encontrado. Porque en muchos de ellos, uno acaba simpatizando más con el asesino (o presunto asesino) que con la víctima. O con el atracador a quien la cajera del banco define como “mucho más educado que la mayoría de mis clientes”. Curioso este libro, curioso sin duda alguna. Porque ya ni los crímenes son lo que parecen.

“Y entonces, de repente todo estaba clarísimo. La solución llevaba cuatro meses en el sumario. Era tan simple que no pude evitar reírme. Nos había pasado a todos por alto.”

domingo, 9 de diciembre de 2012

La ciencia de Los Simpson

“Exactamente en el minuto seis del primer episodio de la serie animada más duradera de la televisión, “Los Simpson”, la ciencia ya hace acto de presencia.”


Por sorprendente que parezca.

No, “Los Simpson” no es solamente una serie de humor, no es solamente una serie de ácida crítica social (a veces me pregunto cómo es que los puritanos de los yankis no la censuraron hace tiempo), también es una serie culta, muy culta. El personaje de Lisa es toda una enciclopedia, pero incluso el trompo de Homer y el gamberro de Bart hacen a veces guiños a la ciencia y la cultura. De manera inconsciente por su parte, claro está.

Todos los guionistas de la serie son licenciados en Harvard, y varios de ellos en carreras de ciencias. Los cabrones se lo pasan pipa haciendo el guión de la serie, y metiendo en las escenas aparentemente más simplonas y de forma casi subliminal, principios científicos que al profano dejan indiferente, pero que son auténticos toques de humor  para el que sepa algo de ciencias. ¿Quién se dio cuenta en su momento de que Maggie, jugando con su rompecabezas da una patada a la ecuación más famosa de la historia?


Marco Malaspina nos ayuda a entender esas pequeñas pero intensas pildoritas de ciencia   salpicadas por los capítulos de su serie favorita, tanto a los profanos como a los científicos despistados. El libro es corto, ameno y muy interesante, así que altamente recomendable. El propio dibujo de la portada ya da una idea de ese universo en forma de rosquilla y de sus humanos amarillos, con quienes tantas veces nos hemos partido de risa, pero que en el fondo va a ser que no son tan tontos.


Por cierto, una curiosidad. Cada vez que aparece un “cameo” de un personaje famoso, y no son pocos, es el propio personaje, el real, quien pone voz a su dibujo animado en la versión original en inglés. ¿Os imagináis a Bill Clinton en un estudio de grabación, doblando a su personaje mientras éste habla con doble sentido de la política del partido demócrata y de felaciones extramatrimoniales? Pues parece ser que sucedió... una muestra más de la valía de los guionistas y del gran éxito de esta serie, que lleva ya veintipico temporadas ininterrumpidas.

Imprescindible para fans, y muy interesante para el resto, “La ciencia de Los Simpson”, de Marco Malaspina.