domingo, 21 de febrero de 2016

Contra el feminismo

“Ahora que las mujeres pueden ser iguales, algunas no quieren serlo. El techo que lo impide no es el de los hombres, como denuncia el feminismo, es el de las propias mujeres. Las mujeres que desean gustar pero no quieren decidir. Las que quieren igualdad pero no responsabilidad.”


Ya era hora de que alguien escribiera este libro, tan políticamente incorrecto y cuyos preceptos comparto plenamente. Ahora entiendo mucho mejor por qué las feministas militantes me odian, igual que deben odiar a la autora del libro, igual que odiaron y amenazaron en su día a Oriana Fallaci. Nosotras aceptamos que hombres y mujeres somos diferentes, ni mejores ni peores, ni superiores ni inferiores, simplemente diferentes. Por supuesto en un mundo civilizado tenemos que tener los mismos derechos y oportunidades, pero resulta que los derechos conllevan obligaciones y que la discriminación positiva es igual de mala que la negativa. Y ahí es donde el feminismo institucionalizado patina, convirtiéndose en el más puro y repugnante machismo paternalista. Vayamos por partes.

Lo que básicamente plantea la autora de este libro es que sí, claro que hay discriminación hacia las mujeres, no sólo en países subdesarrollados, también en el moderno y feminista occidente pero ¿es siempre culpa de los hombres? ¿no somos acaso las mujeres responsables de nuestras actitudes, de nuestra formación, de nuestro rendimiento laboral, de que las tareas de la casa sean compartidas?

“Lo que está sucediendo es que cuando las mujeres pueden elegir por fin cualquier camino, el de la vía exclusivamente matrimonial o el de la profesional, algunas siguen eligiendo la matrimonial o la siguen primando sobre la profesional. Sencillamente porque la matrimonial aún asegura el estatus a las mujeres.”

Y aclara la autora que tan digna y respetable le parece una vía como otra mientras la mujer sea libre de elegir, pero que se trata de una opción voluntaria, y no de un hecho discriminatorio. No podemos quejarnos de que hay menos mujeres profesionales cuando un gran número de mujeres, formadas académicamente para ser profesionales, eligen quedarse en casa cuidando de su marido y de sus hijos. Es su derecho y una buena elección, pero desde luego nadie las está discriminando.


Y ahora vamos con mi tema peliagudo favorito, ése que me hace distanciarme de la militancia feminista-izquierdosa una y otra vez: el islam y el velo. No puedo entender que alguien que despotrica de la iglesia católica por machista y retrógrada a continuación simpatice con el islam y defienda a capa y espada los derechos de los musulmanes, ignorando que, tal y como dicta su religión, en esos derechos se incluye pegar a las mujeres y obligar a sus hijas a llevar velo.

 “…conocida por apoyar el uso del velo en las musulmanas, el símbolo más conocido de la discriminación de una buena parte de las mujeres del mundo.”

“Nada tiene que ver con la libertad de elección de las mujeres, sino con la obligación, en algunos casos legal y en otros moral y social, de cubrirse por su condición de portadoras de posible pecado y vergüenza para sus familias.”

“En los países occidentales, donde las leyes son igualitarias para hombres y mujeres, muchas familias musulmanas se encargan de que la sociedad, es decir, la familia, la comunidad musulmana, ejerzan la presión, o en bastantes casos la violencia necesaria, para que las “señas de identidad cultural” se cumplan a rajatabla.”.

Y ése es el verdadero problema. Porque a mí, el hecho de que una señora musulmana y  adulta decida libremente llevar velo me puede repatear, pero no seré yo quien se lo reproche si es su decisión. El problema son las mujeres que no son libres de quitarse el velo ni siquiera en occidente porque se juegan la vida. Y lanzo por ellas el grito amargo que no lanza la militancia feminista-izquierdosa: esas mujeres también tienen derecho a vestirse como les dé la gana y han de estar protegidas de la violencia familiar que sufren, no sólo por parte de sus parejas, sino por parte de sus padres, hermanos e incluso madres. No, ni su identidad cultural ni los derechos de sus familiares están por encima de su propia libertad como ciudadanas, y cualquier feminista de verdad debería defenderlas con toda la fuerza con que defiende el aborto y a las mujeres maltratadas siempre que el maltratador sea hombre. Las demás maltratadas también existen y sólo las borregas de FEMEN se atreven a ponerse en tetas y protestar por ello en un congreso islámico, el resto del feminismo-izquierdismo, todos calladitos y calladitas.

Las FEMEN, haciendo de las suyas. Al menos hay que reconocerles el mérito de ser las únicas feministas que se atreven a enfrentarse al islam.

“El islam, por sí solo, es feminista. El hombre está obligado a mantener a la mujer, y ella se ve así liberada para poder cuidar a los niños”
Kamila Toby III Congreso del Feminismo Islámico

la autora añade con ironía: “¡Ah! Ya lo hemos entendido”, y desde luego no le falta razón, hay que ver que a gusto se quedó la Kamila ésta de las narices. Venga ya señora, feminista es que la mujer pueda elegir y que los padres se hagan cargo del cuidado de sus hijos en la misma medida en que lo hacen las madres, pero ¿usted en qué mundo vive? Claro, en el mundo islámico, se me había olvidado por un momento.

“Por eso las mujeres libres de los países democráticos y liberales tenemos, en efecto, miedo al islam, miedo a su discriminación de las mujeres y miedo a la justificación de la discriminación realizada desde algunos medios progresistas occidentales. Tantos años de luchas feministas… para volver al pasado, vía identidad cultural.”


Por eso la islamofobia NO EXISTE, ya que como todo el mundo sabe las fobias son miedos irracionales, absurdos y sin razón, que sólo sirven para complicar tremendamente la vida de quien las padece. El miedo al islam es completamente racional y tiene una razón de ser clarísima: bajo el islam las mujeres pierden su libertad y sus derechos, bajo el islam no se puede elegir nada que no sea el islam, y el islam desgraciadamente está arrasando Europa y todo occidente. Motivos más que de sobra para tener miedo, pero sobre todo para dejarse de corrección política, levantar la voz y actuar.

Hayrunisa y esposo
Y terminamos el tema islámico con uno de los párrafos más brillantes del libro que nos ocupa:
“Hayrunisa Gül (esposa de Abdulá Gül, presidente de Turquía en 2007) manifestó en su propia defensa que su velo cubre su cabello, no su cerebro. Efectista y muy mentirosa frase de la primera dama que pretende hacernos creer que una mujer que, como ella, cree en eso de que las mujeres son peligrosos y pecaminosos objetos de lujuria a diferencia de los hombres, es una mujer cuyo cerebro es independiente del velo. Si el velo está sobre esos cabellos es porque esta mujer está más que convencida de su función pecaminosa en el islam. Su cerebro es un cerebro profundamente socializado en la desigualdad, que cree y practica la desigualdad.”

No se puede decir más alto ni más claro.


Auguste Rodin y Camille Claudel
“El exceso de materia gris y un trabajo que otorga prestigio social no son precisamente los atributos que más buscan ellos en una mujer.”

“Seguramente él se enamoró de su intelecto y sin embargo necesitó sentirse superior a ella, percibir que era ella la que aprendía de él, que él dirigía, que él era el maestro y que ella nunca le podría superar.”

La inteligencia masculina se valora como un rasgo muy deseado, la inteligencia femenina sigue dando miedo y siendo objeto de burla por parte de mucha gente. Por eso a los hombres les gusta una mujer independiente con su poderío y melena al viento, pero a la hora de compartir su vida con una mujer… mejor que sea bien modosita y se quede en casa, no vaya a ser que salga por ahí y encuentre a otro que le guste más. Inseguridad masculina y mujeres que se vuelven modositas porque saben que si no lo son, lo tendrán mucho más difícil a la hora de encontrar pareja masculina. Europa siglo XXI, aunque no lo parezca.

“Algunos han bautizado la violencia de género con el concepto de terrorismo machista. El terrorismo es una violencia de tipo político, que justifica sus crímenes con motivos políticos y que persigue objetivos políticos, por eso el terrorismo machista no existe. La violencia machista sí.”

“Entre otras cosas porque las mujeres no denuncian, o no toman las medidas de autoprotección recomendadas una y otra vez por las autoridades. De las 51 mujeres muertas, sólo 16 habían denunciado a su agresor; de esas 16, una retiró la denuncia y sólo diez solicitaron al juez medidas de protección. Nueve las obtuvieron; de esas nueve, tres pidieron que se les retirara la protección y otras tres la quebrantaron directamente.”
Delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, año 2006.

Otro tema peliagudo en la España actual, de los que hacen saltar garras feministas a troche y moche. Dejemos claro para empezar, que cualquier persona que esté sufriendo violencia en el seno de su hogar debe estar protegida y defendida con todos los medios que la sociedad pueda poner a su alcance. No hay otra opción cuando la violencia se ha cronificado y la persona que la sufre se ha convertido en alguien completamente indefenso. Ahora bien, esa situación no se produce de un día para otro, se trata de un proceso largo que debe ser identificado en sus primeros estadios y que debe cortarse de raíz en cuando sea identificado. Y ahí entra en juego la responsabilidad de cada persona antes de ser maltratada o cuando empieza a serlo. En cuanto alguien te pone la mano encima hay que tener muy claro que no, no te quiere, no va a cambiar, no está arrepentido aunque te traiga flores, esa situación sólo puede ir a peor y hay que poner remedio antes de que se complique más aún. No pretendo juzgar a nadie de manera particular, pero de verdad que no se puede poner una denuncia por maltrato y a continuación quebrantar las medidas de protección que te asigna un juez, eso no se puede. En ese momento la víctima pasa a ser cómplice del maltratador, con todo lo que eso significa, y por difícil que sea de aceptar para las personas que viven esa situación.

Estos días de campaña electoral, escuché a representantes de diversos partidos defender la actual ley que regula la violencia de género, ésa que criminaliza al varón y sobreprotege a la mujer, defenderla en base a que venimos de una sociedad machista y patriarcal, y hay que compensar a las mujeres por ello. Ya hablé largo y tendido de este tema en otro post  (http://azenialegustaescribir.blogspot.com.es/2012/02/violencia-de-que-genero.html) y no quisiera repetirme, pero sí dejar claro que en mi opinión, esa actitud sólo sirve para prolongar el machismo, sólo que ahora de forma paternalista que al fin y al cabo es lo mismo. “Protejamos a capa y espada a las mujeres, esos seres miedosos e indefensos, que no son capaces por sí mismas de poner una denuncia y ser consecuentes con ello, que vuelven una y otra vez con su maltratador porque las pobres sin un hombre al lado no son nada, y prefieren tener un hombre al lado aunque les pegue”. Ése es, en mi opinión, el sucio trasfondo de la ley de Violencia de Género tal y como existe actualmente.

“Me parece que el canon estético de la extrema delgadez es una de las expresiones más claras de la búsqueda de ese tipo de feminidad: la de la mujer frágil, delicada, insegura, aniñada. La mujer necesitada de la protección de un hombre fuerte, poderoso y seguro, la mujer que quiere cumplir con sus fantasías de la princesa rescatada.”

Modelo de pasarela

Persisten los estereotipos, el hombre protector y la mujer frágil y necesitada de esa protección. Pero mucho ojo, que a veces sin darnos cuenta somos las mismas mujeres quienes los perpetuamos. Cuando aceptamos que nos impongan lo que la autora llama “el canon estético de la extrema delgadez” no sólo estamos maltratando nuestro cuerpo y nuestra salud, también nuestra autoestima como mujeres. ¿Por qué nos parece más atractiva una modelo que una jugadora de rugby, por qué damos por sentado que a los hombres también se lo parece, por qué es normal que en cualquier tienda de ropa haya tallas de modelo, pero no de jugadoras de rugby? Para empezar porque vivimos en una sociedad un poco imbécil a ese respecto, todo hay que decirlo, pero también porque las mujeres lo consentimos en vez de alzar la voz. Si en lugar de ponernos a dieta aprendiéramos a coser nuestra propia ropa de nuestra propia talla, ésa que no encontramos en las tiendas, quizá cambiarían las cosas. Las clientes somos nosotras y los fabricantes de ropa han de adaptar su catálogo a nuestros cuerpos, no somos las mujeres quienes hemos de adaptar nuestros cuerpos a sus catálogos. Yo me declaro objetora de conciencia y boicoteadora oficial de cualquier tienda que no tenga ropa de mi talla. Ahí no entro ni a comprar un pañuelo, por principios.

“Las mujeres más batalladoras por la igualdad descalificaron a Margaret Tatcher porque, decían, no actuaba como una mujer. Tenía poder, sí, pero parecía un hombre, un hombre con faldas. Ha sido uno de los discursos más machistas que las feministas han hecho sobre una mujer poderosa.”


“El hombre interesante es aquel que ha logrado algo, independientemente de su aspecto físico. La mujer interesante es la bella, la que posee un aspecto físico privilegiado, al margen de lo que haya hecho en la vida.”

Y que, como veremos unas líneas más adelante, suele estar casada con el hombre interesante que ha logrado algo, y suele pasearse de su brazo orgullosa de sus logros  ¡¡¡los de ella!!!

“Según el director de un diario de uno de los países más avanzados del mundo, Francia, la emancipación femenina está representada ahora por mujeres como Cécilia Sarkozy, que han elegido como papel en la vida el de esposas de su marido, mujeres de las que desconocemos formación, profesión o actividad laboral alguna.”

“Están en la mismísima cúpula del Estado y mandan más que las ministras. Conclusión, y mensaje para las nuevas generaciones de mujeres: no olvidéis que, también en política, las esposas llegan mucho más lejos que las propias políticas. Chicas, no hagáis carrera política, hacedla matrimonial. Conquistad, como Cécilia, al hombre más poderoso de vuestro país.”

El ex-presidente Sarkozy y sus dos ex-modelos

Como ya es de dominio público, el presidente Sarkozy estando aún en funciones, sustituyó en su corazón y en su cama a la ex-modelo Cecilia por la ex-modelo Carla Bruni, y se quedó tan ancho. Habría que oír a más de uno y a más de una si a la señora Merkel se le ocurriera pasearse por Europa con un yogurín veinte años más joven y hecho un pincel allá donde aparezca un fotógrafo. Habría que oír a la Merkel si en una entrevista política, alguien le preguntara por su yogurín y no por su política. Pero mira, si es al revés a todo el mundo le parece perfecto.

“La historia de los crímenes terroristas no puede entenderse sin el aliento de sus familias, en buena medida de las mujeres de sus familias, de sus madres. Hay muchas madres llenas de sangre en ETA.”

“Ahotsak es un grupo de mujeres de las que creen que las mujeres pueden hacer aportaciones específicamente femeninas a la paz, a la resolución de conflictos. Siempre que dejen su propio bando y se avengan a dialogar con el bando de los terroristas.”

Le llama mucho la atención a la autora, y también a mí, esa complacencia que exhiben algunos movimientos feministas hacia los terroristas, esa facilidad para el perdón y la comprensión, esas peticiones de diálogo y negociación, ese dar por sentado que hablando se soluciona todo. Llama la atención para empezar por la desfachatez que supone de cara a las víctimas del terrorismo, pero sobre todo por el trato que se da al asesino-terrorista comparado con el que se da al asesino-de su mujer. ¿Alguien se imagina a algún grupo feminista promoviendo el diálogo y la comprensión hacia los maltratadores o violadores? Para esos castración y pena de muerte, para los etarras o yihadistas, comprensión y diálogo. Glorioso nenas, glorioso.

“El pacifismo genético femenino tiene, como otros muchos pacifismos, una incompatibilidad quizá también genética con Estados Unidos, país con el que se emplea una agresividad siempre llamativa en un grupo pacifista.”

Es que a mí lo del pacifismo genético femenino me da tanta risa… no sé quien lo inventó pero me gustaría saberlo para contarle la historia de Erzsébet Báthory y de tantas Erzsébets que plagan la historia, sean famosas o no. Anda que no hay mujeres que se comportan de manera sádica, que comenten crímenes, que maltratan a sus hijos o a quien se les ponga delante… anda que no hay. Pero las feministas a lo suyo.

Erzsébet, la Condesa Sangrienta
“Nuevamente todas las contradicciones de la revolución de la igualdad se agolpan en las mesas de las mujeres. Reivindicación de la igualdad por un lado, y preferencia por la desigualdad cuando ésta resulta conveniente, más cómoda y ventajosa.”

La discriminación positiva, la que se supone que nos tiene que salvar a las mujeres de esa sociedad patriarcal y machista que todavía colea en la España del siglo XXI, y que en mi opinión hace más mal que bien. Porque sinceramente, opino que no hace ningún bien. Cuando las chicas entran gratis a una discoteca donde los chicos pagan ¿de verdad creemos que es un trato de favor hacia ellas? en realidad lo que pasa es que las consideran ganado, carnaza para los machistas ávidos que pagarían el triple de lo que vale esa entrada con tal de tener la oportunidad de arrimarse. Vamos, que yo ya no tengo edad, pero si la tuviera ni loca entraba en una discoteca así. Cuando en un divorcio la mujer se queda con la casa familiar y además el marido está obligado a pasarle una pensión para ella, más la de los niños ¿de verdad creemos que eso es la lucha contra la sociedad patriarcal? en realidad la ley está considerando que esa mujer es incapaz de vivir sin un hombre que la mantenga, y hasta que no encuentre a otro, pues que la mantenga el ex por ley. Cuando montones de padres divorciados se encuentran con un auténtico muro de dificultades a la hora de pedir que la custodia de los hijos sea compartida, ¿de verdad creemos que es para favorecer a las mujeres? en realidad el juez está dando por sentado que el cuidado de los hijos ES el trabajo de la madre y no el trabajo del padre, cargándose de un plumazo las campañas gubernamentales para que las tareas del hogar sean compartidas y el cuidado de los hijos también. Campañas apoyadas a gritos por los grupos feministas, que en cuanto se dan la vuelta exigen que la custodia de los hijos sea siempre para la madre. La igualdad por el forro.

Ava Gardner
“El animal más bello del mundo. Si los más bellos animales del mundo abren la boca, aquello que digan tendrá un interés muy limitado, puesto que, como ya es sabido, los animales se caracterizan por unas acusadas limitaciones intelectuales.”

Y sin embargo cuánto orgullo rezumaba Ava Gardner después de ser calificada de esta guisa, y cuántas envidias despertó siempre en las mujeres menos bellas y menos animales del mundo…
 
“Incluso para las mujeres más cultivadas y avanzadas, el sexo está limitado en su tratamiento a lo socialmente correcto para la condición femenina. Y lo socialmente correcto es diferente para hombres y para mujeres.”

Y con ello volvemos a una vieja conocida, la doble moral que todavía impera campando a sus anchas por las vidas de nuestros jóvenes. Todavía hoy, si un hombre y una mujer tienen sexo libremente y sin que ello implique un compromiso, al día siguiente ella es una puta y él, un machote. Cada vez menos, afortunadamente, pero todavía. Y lo que más gracia me hace es que los hombres no se dan cuenta de que esa actitud les priva de numerosos encuentros sexuales descomprometidos, que parece ser lo que más desean en el mundo. Cuando un macho ibérico menosprecia a una mujer porque no le ha puesto grandes problemas a la hora de tener sexo, y ella se entera (inciso: ella SIEMPRE se entera, tarde mucho o poco. Chicos, no penséis que no van a llegar a su oído vuestras gañanadas, porque van a llegar), cuando ella se entera decíamos, a ese hombre en concreto se le ha acabado el chollo y a los que vengan detrás puede que también. A la mujer le gusta el sexo como al que más y a la que más, pero si a cambio de tener sexo ha de sentirse insultada, pues a la próxima igual se lo piensa un poco con el correspondiente desengaño del macho ávido de sus encantos. Y ahora es cuando algún cretino suelta “es cierto, pero el polvo ya te lo has llevado”. O no, querido. Te lo has llevado si eres el causante del primer desengaño de la fémina en cuestión ¿por qué no te paras a pensar la de veces que llegaste el segundo, el tercero, el cuarto… y te quedaste con la mano dolorida de pasarla por la pared? “Anda, pues es verdad, no lo había pensado” Ése va a ser el problema, que se os baja la sangre y no pensáis…

“La idea de la mujer con un comportamiento sexual desconectado de los sentimientos, semejante al de los hombres, ha producido y produce un enorme temor a los hombres. Esa posibilidad hace de las mujeres unos seres tan independientes y potencialmente tan infieles como ellos.”



La verdad es que este “feminismo” da miedito, mucho. ¿En serio me está maltratando alguien que me hace sentir triste? Pues habría que incluir a unos cuantos escritores con cuyos libros he llorado a lágrima viva ¿les puedo denunciar a todos por violencia machista? Vamos a tener un problema, muchos de ellos son mujeres, ¿les puedo denunciar por violencia feminista? ¿En serio vamos a hablar de machismo si un camarero le sirve mi cerveza a mi acompañante masculino? ¿qué pasa, no hay suficiente machismo de verdad en el que emplear nuestro tiempo y nuestras energías?

En fin, que me parece muy valiente Edurne Iriarte al señalar sin tapujos aquellos detalles mediante los que se perpetúa una sociedad machista, a la vez que los errores e hipocresías del feminismo institucionalizado, que a veces se muestra demasiado parecido o incluso bastante peor que aquello que intenta remediar.







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