jueves, 8 de junio de 2017

Querida Oriana

Querida Oriana,

tú sí que lo sabías, y cuan maltratada fuiste en su momento por ello. A ti nadie tenía que contarte lo que es el mundo islámico y lo que pretendía y pretende el islam para con Occidente, tú habías pasado media vida visitando países islámicos y viendo todo aquello de primera mano: a las mujeres golpeadas y violadas, a los gays colgados de grúas, a los opositores políticos torturados y asesinados, a los blasfemos linchados hasta la muerte por una turba enfurecida… en nombre del islam, en nombre de lo que hoy nos venden como “la religión de la paz”. Entrevistaste a Jomeini, a los hermanos musulmanes y al cretino de Arafat, a quién sacaste tanto de sus casillas con tu buen hacer periodístico, que sólo a ti te escupió su asquerosa verdad, sólo a ti te gritó que el objetivo de la “lucha” palestina no es tener un país, ni una tierra, ni un gobierno propio, sino exterminar a los judíos de todo el mundo siguiendo el legado del tío Husseini y sus amiguitos los nazis.

Tras publicar “La rabia y el orgullo” recibiste duras críticas, insultos, amenazas, denuncias y condenas. Viste a la derecha y la izquierda italianas unirse contra ti en nombre de la tolerancia; viste al editor de tu artículo acojonarse y retractarse; oíste a alguno de tus compatriotas llamarte “facha”, a ti que a los catorce años ya luchabas contra los nazis; viste a las feministas en televisión burlándose de tu enfermedad (“ojalá tengas un cáncer ¡uy no, si ya lo tienes!”) las mismas feministas que deberían agradecerte lo que siempre hiciste por las mujeres, las mismas cretinas que para contrarrestar tu agresividad y beligerancia ponían como ejemplo de mujeres de paz a Juana de Arco y Catalina la Grande de Rusia. Vamos.

Viviste esa reacción a tu pequeño libro estando ya gravemente enferma y consecuencia de ello tuviste que encerrarte en tu casa… a escribir la segunda y la tercera parte, a morir con el dedo en la tecla y haciendo gala del par de ovarios que siempre te caracterizó.

El pequeño libro escrito hace dieciséis años es hoy una profecía que se está cumpliendo punto por punto, no te equivocaste en nada y desde allá donde estés sigues poniendo cada día una cremallera en la boca a tus detractores. No conociste las redes sociales, pero sí una página web llamada ThankyouOriana. Y hoy, viendo la pesadilla en que está sumida Europa gracias a los políticos multiculturalistas y tolerantes que nunca te tomaron en serio, no queda otra cosa que decirte. Gracias, Oriana.









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