miércoles, 22 de mayo de 2024

Don´t fuck the Police

 



Éste es el libro que debía haber sido escrito hace años, cuando empezó a perderse el respeto a la autoridad y con ello se inició la decadencia de nuestra sociedad. Cuando empezamos a importar delincuentes llamándolos “inmigrantes”o “refugiados” infligimos una herida de muerte a nuestra sociedad occidental, incluyendo por supuesto a los verdaderos inmigrantes o refugiados que viven en ella.


Josema Vallejo y Samuel Vázquez, desde su experiencia policial, se atreven por fin a explicarnos con mucha claridad cual es el presente y el futuro de las calles en las que están creciendo y crecerán nuestros hijos y nietos. Imprescindible prestarles la atención que merecen.


“Nada nuevo bajo el sol: niños acomodados soliviantando a obreros desde la atalaya de la modernidad, la intelectualidad y la superioridad moral, a la que solamente se puede acceder si se tiene la tripa llena y el bolsillo acolchado”


“Activistas que han convertido luchas sociales en lucrativos negocios”


“Dejar la organización de la sociedad a la asamblea, donde niños pijos juegan a hacer la revolución sin haber salido nunca de la cafetería de la Facul, sólo es otra forma más de suicidio colectivo, políticas sociales mal entendidas con derechos y sin obligaciones”


“Los raperos Hassel y Valtonyc, dos niños pijos con mucho tiempo libre y pocas ganas de trabajar, creyéndose gánsters de algún suburbio de Baltimore”


Y así fue como empezó todo… o quizá la gota colmó el vaso, no lo sé, pero con esa juventud ilusionada y engañada que consiguió movilizar España y esperanzarla, hemos acabado teniendo ministras feministas que sueltan violadores, el país endeudado hasta la médula para poder dar paguitas a todo el que llegue en patera, descenso de los salarios y aumento del desempleo, inseguridad absoluta en las calles, aumento exponencial de la ideología más totalitaria y espantosa que uno pueda imaginar, disfrazada de “religión de la paz”. Y mientras, los trabajadores pagando cada vez más y más impuestos. Para sanidad, educación, carreteras, gasolina del Falcon, chiringuitos, carísimos estudios sociales (cómo afecta la pobreza menstrual a las mujeres trans, por ejemplo. Sí, es un ejemplo real), talleres de masturbación… hemos puesto a niñatos en el gobierno a cambiar el mundo y lo han cambiado. El suyo personal a uno  con mucho más poder adquisitivo. El nuestro, a un estercolero.



“Que han llevado a la civilización occidental, con sus muchos defectos, a ser la más libre y próspera que ha conocido la historia”


“Debe quedarle claro que es él quien ha huido de un modelo fracasado”


“Quieren que nuestro mundo arda para construir sobre sus cenizas el suyo,, que también fue pasto de las llamas, porque su modo de sociedad solo es una máquina perfecta de fabricar miseria, hambre y violencia”


“Estamos importando modelos culturales fallidos y todavía hay quien cree que con subsidios y políticas sociales de pacotilla cambiará algo”


Llamadlo supremacía blanca si queréis, pero lo cierto es que las sociedades del mundo occidental son aquellas en las que todos quieren vivir. Pero claro, los que viven de la subvención de marginados no pueden desaprovechar la oportunidad de sacar tajada, tildando ese hecho de racista, cuando nadie ha dicho nunca que esas sociedades tengan que estar compuestas únicamente por gente blanca. De ahí que el excesivo respeto a las minorías étnicas esté derivando en un complejo de culpa occidental que los mismos desaprensivos aprovechan para destrozar aún más nuestro sistema que aunque trastabillea, funciona. Y es por eso que se debe admitir gente en él que provenga de otros sistemas fallidos, pero no se debe permitir jamás que inyecten sus sociedades fallidas en la nuestra.



“Las vidas de los policías no importan, las vidas de los ciudadanos no importan, lo que importa es que el político de turno pueda vender que nuestros tiempos de respuesta policial son los mejores de Europa”


“Nuestro objetivo es trabajar para ti, no para ellos, y a ellos no les gusta nuestro objetivo”


“Es un modelo que no está dirigido a darte seguridad, sino a convencerte de que estás seguro”


“No se puede dejar la eficacia de las operaciones en manos del talante de las personas, la eficacia debe quedar garantizada por el modelo”


“Si resuelves muchos delitos le das al político un discurso triunfalista que vender. Si evitas muchos delitos el discurso del político ya no será tan brillante, pero el servicio al ciudadano, sí”


El problema del funcionamiento policial es la principal razón de este libro, y los dos autores lo han vivido en primera persona. Todo un sistema enfocado a las medallas de los políticos en vez de a la protección de los ciudadanos, con los policías de a pie atados de pies y manos frente a los susodichos políticos y mucho más grave aún, frente a los delincuentes. Las decisiones respecto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las está tomando desde hace tiempo gente que pretende traer delincuentes a miles y corregir sus conductas con amor, tolerancia y cursillos de adaptación. Un plan sin fisuras ¿qué podría salir mal?



“Por eso la Ley de Violencia de Género de 2004 ha constituido un estrepitoso fracaso a la hora de reducir el número de muertes violentas, pero un éxito aplastante a la hora de crear estructuras de poder político donde se colocan centenares de personas con salarios desorbitados, y cuya función principal es señalar al discrepante”


“Las víctimas importan menos que la necesidad de imponer la ideología”


“El problema de convertir un drama en un negocio es que los negocios tienden a perpetuarse y expandirse”


Otro grandioso ejemplo de cómo una mala ley y una mala gestión de ella, disfrazadas de buena causa y de derechos, pueden agravar el problema que pretendían solucionar a la vez que engrandecen las finanzas de sus creadores. A favor del bolsillo de los políticos y en contra de los ciudadanos, para variar. La LIVG es una auténtica aberración que jamás ha protegido a nadie salvo a los que viven (muy bien) de ella. Ya tiene 20 años y criticarla es enfrentarse inmediatamente a la calificación de “machista”. Quienes la crearon y quienes viven de ella la defenderán con uñas y dientes alegando que defienden a las mujeres, cuando todos sabemos que en otras condiciones las mujeres les importan un pito y que lo que están defendiendo es en realidad su negociete. 



“Porque España está hoy, en lo que al crimen se refiere, en el mismo punto que estaba Francia hace veinte años, pero acelerando a ritmo vertiginoso”


“El 11-M sin ir más lejos, fue uno de esos momentos históricos en los que una sociedad debe darse cuenta de que está en peligro y obligar a sus gobernantes a cambiar las cosas”


“¿Ahora te echas las manos a la cabeza y te preguntas dónde está la Policía? La Policía está donde tú la has puesto cada vez que ibas a votar en unas elecciones”


Samuel Vázquez es alguien cuyo rostro todos conocemos por haberle visto en televisión, y en ella se atreve a decir cosas que casi todo el mundo piensa, pero son tan políticamente incorrectas que a veces da miedo hasta pensarlas. Estamos llenando España de yihadistas con excusas como que “huyen de las guerras”, “ningún ser humano es ilegal”, “la mayoría no cometen delitos”, etc. Quienes enarbolan esas excusas deberían echar un vistazo al Corán, al mundo árabe y las terribles imágenes del 7 de octubre en Israel a ver si así se dan cuenta de lo que nos espera a los europeos. El islam es completamente incompatible con la civilización occidental, con la democracia y con los derechos humanos tal y como están redactados actualmente. De hecho, ningún país musulmán firmó en su momento la Declaración Universal de Derechos Humanos puesto que esta incluye el derecho a cambiar de religión, y en el islam la apostasía está castigada con la muerte. El islam es una teocracia absoluta que puede acabar imponiéndose utilizando la democracia, en el momento en que los musulmanes sean mayoría en cualquier país europeo y voten a un partido musulmán, ¿quién les va a impedir cambiar las leyes y sustituirlas por su sharia?



“No debería existir proporcionalidad entre el bien y el mal. Entre uno y otro, lo hemos dicho y lo repetiremos, hay que estar con el bien de manera desproporcionada”


“Si duro es ser derrotado, deshonroso es ser aplastado por no comparecer en el campo para pelear”


Como muy bien explican Samuel y Josema, estamos regalando Europa al islam, estamos rindiéndonos sin ni siquiera haber peleado y sin que pelear suponga, aún no, coger las armas. Nuestros antepasados tuvieron lo que hay que tener para defender su civilización con la espada, y los suyos lo tuvieron para tratar de conquistar Europa del mismo modo, tarea en la que afortunadamente fracasaron. Nosotros, salvo alguna excepción como los autores de este libro, no tenemos lo que hay que tener ni siquiera para decir la verdad, contar lo que está pasando en Europa y votar en consecuencia. Aquí estamos sin caernos del guindo y ellos no tienen más que venir ilegalmente, reproducirse como conejos, cobrar sus ayudas sociales, disfrutar de todo gratis y reírse de nosotros.



“Si la violencia naciera de verdad de la Policía, habría cargas en todas o al menos en mayoría (de las manifestaciones)”


“Provocar la violencia, cuanta más mejor, para que así la fuerza para reprimir esa violencia sea grande y se pueda encontrar algún mártir que sirva para convertir ese día en una causa épica donde la culpa de la violencia ya no la tiene quien la inició, sin quien pretendió acabar con ella”


“Ciertos niveles de violencia solo se pueden enfrentar con toda la fuerza necesaria, no con la mínima fuerza imprescindible”


“Nosotros queremos grabar la escena entera y ponerla a disposición de un juez, y queremos evitar que quien nos graba -está en su derecho- pueda manipular las imágenes y subirlas a redes”


“Se niegan a que usemos cámaras individuales por la sencilla razón de que, como pasa en todos los cuerpos de Policía del mundo que las usan, quedaría acreditada la necesidad y oportunidad de neutralizar a sujetos armados o violentos”


“Por eso la izquierda quiere que nos graben, pero nos prohíbe grabar”


“Las zonas autogestionadas No Cops Allowed duraron lo que tardaron varias activistas en ser agredidas sexualmente por sus compañeros aliades feministas y no hallar respuesta policial”


La presunta violencia policial es otro de los temas en los que se recrea el progrerío a placer, sin entender que la Policía puede y debe usar la fuerza si fuera necesario para protegernos a los ciudadanos. Los que claman “defund the Police”, “fck the Police” o “más poesía y menos Policía” son los primeros que frente a un atracador con navaja corren despavoridos a marcar el 091. Y es lógico, los demás también lo hacemos, la diferencia es que los demás no despotricamos de quienes nos protegen de ese atracador y del resto de delincuentes, al contrario, queremos que los policías tengan medios, buenos sueldos, material adecuado para su protección y la nuestra, y un modelo policial, judicial y legislativo que respalde sus actuaciones. Queremos mucha poesía, pero también mucha y buena Policía.



“También sabemos que a un tipo de casi dos metros y más de cien kilos que además se ha resistido, no se le puede soltar hasta que no está puesto a buen recaudo”


“El mítico “disparar a las piernas” de las películas es una estupidez supina”


“Seas culpable o no. Y no decimos que Chauvin no lo sea; decimos que no puede serlo basándose en manuales, protocolos, vídeos sesgados o imágenes congeladas de su rostro en las que los expertos en lenguaje no verbal llegaron a afirmar que el policía disfrutó de la situación porque se le veía en la mirada”


“¿Qué tenía que ver la muerte de esa persona con el racismo? ¿Murió por ser negro o por ser delincuente?”


“Las grandes empresas de Estados Unidos financian un movimiento al que sólo le importan las vidas de los negros… pero no las de todos los negros ni en todos los momentos”


El caso George Floyd no fue el primero, pero sí el más utilizado por los lobbies antisistema, esos que viven tan bien del sistema, para derivarlo en función de sus intereses políticos. Todos vimos las imágenes de la rodilla del agente Chauvin sobre el cuello de Floyd mientras éste clamaba “¡no puedo respirar!”, pero nadie nos dijo que alguien que no puede respirar tampoco puede gritar, que el tipo iba drogado hasta las cejas y se había resistido a la detención antes de que unos cuantos “ciudadanos ejemplares” comenzaran a grabar con sus móviles la escena; nadie nos dijo que era un delincuente habitual y sobre todo nadie nos enseñó su autopsia semanas después cuando se hizo pública. En ella los forenses dejan claro que el ataque al corazón que mató a George Floyd fue consecuencia de las drogas que había tomado. Ni la detención, ni la rodilla de Chauvin, ni la actuación policial tuvieron nada que ver en su muerte. 


Pero claro, qué les has dicho, después de que en los disturbios murieran 19 personas (algunas de ellas negras, por cierto) y miles fueran apaleadas. Nadie quería disturbios mayores y nadie se paró a pensar que los responsables de los disturbios eran quienes los incitaban y no la actuación policial. Así que la justicia sacrificó al policía, le metió 37 años en la cárcel, los alborotadores se conformaron a medias y aquí paz y allá gloria. Hasta la próxima.



“Los Panteras, o como se denominaban a sí mismos “grupos de autodefensa de la gente negra” nacieron en 1966 como patrullas de vigilancia ciudadana, pero no para proporcionar seguridad a sus barrios, sino para vigilar el comportamiento de los policías con los ciudadanos negros”


“El discurso de Malcolm X era radical y racista”


“Malcolm X creía que el hombre negro era superior y entendía la relación humana entre blancos y negros como un conflicto sólo resoluble por la vía de la lucha armada”


“Sus antiguos hermanos de la nación del islam lo enviaron con Alá. No desperdiciaron la ocasión de echar la culpa a los blancos”


“Volveremos a escribirlo: el racismo es una expresión cultural universal, no es exclusivo del hombre blanco”


“La cuestión racial es una excusa, un medio para un fin”


El racismo a la inversa, del que nadie parece ser consciente. Hace tiempo, un amigo mío de raza negra me comentó algo así como “mira, si los negros nos hubiéramos desarrollado tecnológicamente como lo habéis hecho los blancos, vosotros ya no existiríais”. Mi amigo no era racista y yo tampoco, pero eso me hizo pensar mucho en que también existía el racismo de negros a blancos y de cualquier grupo étnico a cualquier otro. Los BLM y compañía lo saben, lo saben perfectamente y también saben que, aunque ellos no han sufrido ninguna esclavitud ni nosotros la hemos infligido a nadie, el hecho de que sus antepasados sí la experimentaran y la sufrieran provoca en la sociedad estadounidense un sentimiento de culpa que sólo se atenúa compensando a los descendientes de aquellos esclavos. Y lo aprovechan en su propio beneficio.


Los autores analizan otros casos de presunta violencia racial en EEUU, que son también muy interesantes si uno se para a mirar todos los detalles, y no sólo el momento en que un negro es detenido por varios policías mediante el uso de la fuerza. No tiene desperdicio.



“Lo que llaman “racismo institucional” no es otra cosa que la máxima expresión del trato igualitario que los agentes del orden dispensan a la población”


“En el racismo se amparan cuando sus entornos sociales han procurado que ni de lejos se acerquen a las costumbres de la sociedad a la que eligieron venir porque la suya les negaba cualquier oportunidad”


“Hablar de racismo institucional en la Policía es sencillamente la excusa para no abordar cuestiones más importantes como la educación y la deslegitimación de la autoridad, y permitir las acciones violentas contra las intervenciones policiales en las que se ven involucradas personas de minorías”


“La izquierda se mueve como pez en el agua dentro del conflicto, por eso su ideología es una invitación al conflicto permanente”


“… de eso que llaman ultraderecha y que no es otra cosa que todo lo que se opone a su discurso”


Del presunto racismo institucional habría mucho que decir, pero los autores lo hacen perfectamente en el libro. A modo de resumen: el racismo institucional no existe, por definición no puede existir en un país democrático, pero la verdad es que suena de maravilla a los oídos progres y por eso lo sacan a colación en cuanto pueden y lo utilizan como una más de sus causas ficticias para justificar acciones violentas. Siempre que sean llevadas a cabo por ellos mismos, claro está.



“El buenista progre, convencido de que todos los seres humanos somos bondadosos y amables, llenos de buenas intenciones, se convierte en el más primario y básico de los excluyentes y los racistas”


“Entre los que llama excluidos y desfavorecidos también existen seres malvados y sin escrúpulos”


“No cumplen las normas porque no las comprenden, nadie se las explica y nadie, salvo la Policía, les exige su cumplimiento”


“Esa creencia de que un leopardo salvaje se domesticará como por arte de magia es la premisa errónea de la que parte esta sociedad idiotizada”


“La exclusión social es la excusa del delincuente, no la causa del delito”


“La culpa no es del que lleva el machete, la culpa es de tu hijo, el muy xenófobo, que no supo integrarle”


Nadie metería en su casa junto a sus hijos a un delincuente, y la prueba es la dificultad que tienen los menas para ser acogidos. Pero sin embargo, esas personas que verían claramente el peligro de acoger bajo su techo a un delincuente sexual para que conviviera con sus hijas pequeñas, no dudan en exigir esa acogida en nuestra sociedad, para que ese delincuente esté en la calle atacando a tus hijas y no a las suyas. Cursos de educación e integración sí, pero lejos de mis cachorros.



“La realidad es que gentes de todos los colores cometen todo tipo de delitos, pero suele existir predisposición por origen -no por raza- a cometer unos u otras. Un licenciado en Harvard o en la London School of Economics tiene más posibilidades de desarrollar una red internacional para estafar millones captando capital que un chaval de un barrio negro que no aprobó los estudios mínimos”


Y el chaval de barrio negro que no aprobó los estudios mínimos, tiene más posibilidades de atracar una farmacia que el licenciado en Harvard. Lo que debería preocuparnos es perseguir el delito sea cual sea, y perseguir al delincuente sea quien sea. 



Hay mucho más que decir, pero no quiero alargar más este comentario y los autores lo dicen y lo explican perfectamente en el libro, así que terminamos aquí. Y con un buen consejo: comprad este libro, leedlo y despertad.














          

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